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Cinco personalidades que no sabías que amaban los habanos

Todos ellos prebostes, virtuosos, genios dirán algunos. Hodiernos y pasados, fueron (y algunos continúan siendo) rutilantes supernovas en sus disciplinas y en el siempre proceloso papel cuché. Estadistas, deportistas de élite, cineastas, aristócratas y escritores por citar sólo algunos, no pudieron sino prosternarse ante el inmenso placer de abrazar Cuba con sus labios y soñarla con su nariz.


Hoy traemos una pequeña selección de grandes prescriptores del séptimo arte, la política y el deporte. ¡Adelante con los faroles!.



Si únicamente hubiera que hablar de un gran fumador de habanos, éste sería sin duda Winston Leonard Spencer Churchill. Antes de dar el salto a la cosa pública, se licenció en periodismo por la Universidad de Edimburgo. También fue hombre de armas. Sirvió en los húsares británicos durante la Gran Guerra y en 1915 fue ascendido a Primer Lord del Almirantazgo.


Sus numerosos exégetas aseguran que llegó a fumar más de 250.000 habanos. Una de las figuras más relevantes del siglo XX nos legó este proverbial aserto: “Fumar puros es como enamorarse. En primer lugar, se sienten atraídos por su forma, te quedas por su sabor y siempre se debe recordar, nunca dejar que la llama se extinga.”


Sir Winston Churchill fumando un habano durante una visita

- Cigarro preferido: Julieta Nº 2 o "Churchill" (178mm x 47) de Romeo y Julieta.




En 1917 nace el hijo mayor del matrimonio formado por Joseph P. Kennedy y Rose Elizabeth Fitzgerald. JFK era un tipo realmente exitoso: graduado con menciones por la Universidad de Harvard, sobrevivió como un marine de la Armada e incluso ganó un Pulitzer por su novela; realmente había demostrado sus inapelables aptitudes como un individuo bendecido por la providencia. Su trágico final es de sobra conocido.


El 7 de febrero de 1962, el 35º presidente de los Estados Unidos firmó la orden ejecutiva que decretaba la prohibición de entrada al país de productos cubanos. Paradoja para algunos, tráfico de información privilegiada para otros, encomendó 24 horas antes de la rúbrica a su jefe de Gabinete que se hiciera con todos los Petit Coronas de H. Upmann que fuera capaz. Pierre Salinger, factótum del demócrata, no se amilanó ante tamaña comisión y fue capaz de reunir 1.200 tabacos para fruición de su jefe.


John Fitzgerald Kennedy (JFK) fumando habano en Air Force One

- Cigarro preferido: Petit Corona/ Mareva (129mm x 42) de H. Upmann.




Su majestad. Probablemente el atleta más influyente de los últimos 25 años. Su palmarés contempla 6 anillos de la NBA y 5 MVPs. Trascendió con mucho los parqués de la mejor liga de baloncesto del mundo y su arrollador modelo de éxito se exportó a la gran pantalla, a la mercadotecnia deportiva e incluso a las más reputadas escuelas de negocios del planeta.


En 2015 y por mediación de su abogado, Jordan demandó a un restaurante que empleó un foto suya publicada en la portada de Sports Ilustrated en 2009 sin su consentimiento. Se dictaminó que su marca representaba un valor de mercado para Nike cercano a los 500 millones de dólares.


Michael Jordan fumando un habano en documental The Last Dance

- Cigarro favorito: Lusitanias. Un Prominente o Doble Corona (194mm x 49) de Partagás.




Ganador de dos premios Óscar en 1975 y 1981 por "El Padrino: Parte II" y "Toro Salvaje", respectivamente. Fetiche del inefable Martin Scorsese y auténtico devorador del Primer Plano, el cine de gánsteres no sería un género de culto sin el neoyorkino. Sin embargo, el inclemente paso del tiempo nos convierte en caricaturas de nosotros mismos. Robert no iba a ser menos y últimamente está haciendo algún que otro bodrio, pero se lo perdonamos. Siempre será Uno de los nuestros.


Robert de Niro fumando un habano

- Cigarro favorito: Serie D Nº 4. Robusto (124mm x 50) de Partagás. También es muy aficionado a la marca Quai D `Orsay.


“Fumar puros es como enamorarse. En primer lugar, se sienten atraídos por su forma, te quedas por su sabor y siempre se debe recordar, nunca dejar que la llama se extinga.” Sir Winston Leonard Spencer Churchill


Con certeza lo reconocerán como Rocky Balboa, el personaje que de alguna manera se hizo cargo de su vida. Excéntrico y atronador; todo en él son excesos. Su romance con el tabaco es tal, que encargó una caja de cigarros palmeros para el rodaje de una de las entregas de la afamada saga, que tuvo lugar en Canarias. Según cuenta, aún sigue quedando con su colega Arnold Schwarzenegger en el Grand Havana Room de Nueva York para degustar sus vitolas preferidas.


Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger bailan en una fiesta

- Cigarro favorito: Short Churchills (124mm x 50) de Romeo y Julieta.

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