Rolex Daytona: el reloj de los campeones
Actualizado: 24 may 2021
Creado por Rolex 1963, Daytona es uno de los cronógrafos más famosos del mundo. Se ha convertido en unos de los premios más codiciado por los pilotos, debido a todo lo que representa y es habitual para los ganadores de pruebas como las 24h de Le Mans y por supuesto las 24h de Daytona.
Y es que debe su nombre de una de las primeras mecas de la velocidad, Daytona Beach, un lugar donde sus cualidades, idóneas para establecer récords, la convirtieron en un templo de la velocidad (aunque más tarde las pruebas de velocidad fueron migrando al Salar de Bonneville, en Utah - US).
Circuito Daytona Beach
Originalmente era un trazado en la propia playa: la rectilínea costa, unida a la compacta arena, propiciaba que se empezara a usar como un circuito de velocidad. El trazado original, constaba de una recta de más de 5 kilómetros. Los coches alcanzaban velocidad y cuando llegaban al punto kilométrico de referencia, se calculaba la velocidad a la que iban. Este proceso se repetía en sentido contrario, para minimizar el impacto del viento.

El que tuvo el honor de inaugurar ese “hall of fame” fue William Kissan Vanderbilt II (empresario, aficionado a los yates, carreras de caballos y a las incipientes carreras de coches… un auténtico bon vivant de su tiempo). en 1904 con una marca de 148,54 km/h a bordo de un Mercedes de 90cv.

Le siguieron Barney Oldfield con el monstruoso “Lightning Benz” , un Daimler-Benz AG de 21.500 cc que en 1910 alcanzó los 211.9 km/h (el doble de la velocidad de un avión de la época); Ralph DePalma, ganador de las 500 Millas de Indianápolis en 1915, con su Packard 12 cilindros a 241,2km/h en 1919, récord que se mantuvo 10 años hasta que llegaron los enfrentamientos entre los ingleses Malcolm Campbell y Henry Segrave.
Barney Oldfield «se aproximaba al límite absoluto al que la humanidad podría desplazarse jamás»
Parece que Brooklands (1907, primer circuito permanente del mundo), se les había quedado pequeño, y tienen que buscar nuevos horizontes. Ambos acaudalados rivales, comienzan a construir coches con motores de avión, superando ampliamente la barrera de los 300km/h, y el pique de buen seguro hubiera seguido si Henry Segrave no hubiera desaparecido en un trágico accidente náutico.

Así las cosas, Campbell se convierte en el Rey de la Velocidad, no por la pérdida de rival, sino por su propia ambición, y es que no paró de continuar mejorando sus coches. En 1935 su Bluebird (2.300 cv, 8,2m de largo y 4,75 tn de peso) alcanzó una velocidad media de 445km/h (276mph), que no fue mayor por un problema en la segunda pasada. La velocidad punta fue de 531 km/h (330mph)... en 1935!!! Si hoy en día ya es una locura con los medios de los que disponemos, piensa en el coche más antiguo que te hayas montado, ¿cómo es ir a 120km/h? ya impone, ¿eh? Pues el resto te lo puedes imaginar.
Igual te preguntas que esto iba de un famoso reloj, y de momento salvo el nombre, nada. Tranquilo, aquí viene el asunto en cuestión: ¿qué reloj llevaba Campbell en su muñeca? un Rolex Oyster, y tras su intento mandó un telegrama a la marca felicitándoles.
Sir Malcolm Campbell a Rolex “Ayer llevé mi reloj Rolex durante mi intento de récord y sigue funcionando de maravilla a pesar del duro trato que soportó”
Daytona por su parte continúa su desarrollo, incorporando nuevas pruebas y categorías, ya no sólo de coches sino también de motos. Aglutinando esa ferviente actividad automovilística, nace la NASCAR en 1948 (National Association for Stock Car Auto Racing), y es esta misma la que en 1950 debido al desarrollo urbanístico, propone la construcción de un circuito permanente que se fundaría en 1959: el Daytona International Speedway.
Daytona International Speedway
William France Sr, Presidente de la NASCAR, se convierte en el promotor del proyecto y encarga la construcción al ingeniero Charles Moneypenny.
En su visión, Daytona no sólo debe contener competiciones de velocidad en circuito oval, sino que también debe ser el epicentro de otras competiciones automovilísticas, como las carreras de resistencia, por lo que se desarrolla también una pista interna compatible con el óvalo externo.

Esta versatilidad permite que, en el año 1962 se celebre la primera Daytona Continental, una carrera de resistencia de 24h equiparable a las 24h de Le Mans, y se establece a Rolex como el cronometrador oficial. Es indudable, que la afición del recordman Sir Malcolm Campbell y del propio William France Sr, a la marca de la corona, tuvieron mucho que ver.
Además se establece, que los ganadores recibirían como parte de su premio, un reloj de la prestigiosa marca, que en un principio tenía otros relojes profesionales, como el Explorer (para alpinistas como Edmund Hillary, que lo llevaba en su conquista del Everest), el Submariner (con bisel giratorio para controlar los tiempos de inmersión y hermético hasta 100m) o el GMT-Master (para la aviación, permitiendo tener dos husos horarios en un mismo reloj).

No será hasta 1963 cuando Rolex lance el Cosmograph, un reloj cronógrafo orientado a los pilotos de automovilismo. Es natural que a partir de ese momento, pase a formar de esa dote tan especial para los ganadores. Desde ese momento, el nombre de Rolex y Daytona quedan unidos para siempre y poco después, el preciado reloj pasa a denominarse Rolex Daytona.
El Rolex Daytona
A lo largo de los años, se ha convertido en un símbolo de la competición, pero al mismo tiempo mantiene un diseño elegante y atemporal, que se ha mantenido a lo largo de las diferentes versiones y donde se han ido incorporando mejoras continuas.
La funcionalidad principal del reloj, era la de proporcionar una lectura rápida y precisa de los tiempos. Se incluía la función de cronógrafo, por un lado con una escala segundera impresa alrededor de la esfera y luego, incorpora tres esferas internas, donde se marcan segundos, minutos y horas. Así mismo, posee una escala taquimétrica, que permite calcular de un vistazo la velocidad media en una distancia previamente determinada.

La primera versión de 1963, parte de la caja Oyster, ya presente en otros modelos de la marca, un tamaño de esfera de 36mm, un brazalete metálico y un movimiento mecánico de cuerda, que permitía aguantar la dureza de la competición. Su denominación era “Oyster Perpetual Cosmograph Daytona”.
En 1965 se incorporaron los botones del cronógrafo enroscados (para evitar un accionado accidental) y un disco negro de plexiglass con fondo blanco, que mejoraba la lectura del taquímetro.
En 1988 es el año donde se producen numerosos cambios. Por un lado el tamaño de su esfera crece hasta los 40mm (+4mm), se incorpora un mecanismo automático modificado (el calibre 4030, que aún no es manufactura propia) y se incorpora la certificación COGS.
Por ello su denominación también cambia a “Oyster Perpetual Cosmograph Daytona Superlative Chronometer Officially Certified”
En el año 2000, se incorpora un movimiento mecánico automático de manufactura propia, el 4130, que logra reducir en un 60% el número de piezas. Eso permitió por un lado aumentar su fiabilidad y por otro se aprovechó para incorporar un muelle de barrilete más grande, que proporcionaba una reserva de marca de 72h. También incorpora un muelle en espiral propio”Parachrom” que permite que los pequeños impactos y los campos electromagnéticos no le afecten.
La última evolución es la correspondiente a 2016, donde se incorpora un bisel en cerámica negra, resistente a los rayones y que trata de recordar al modelo de 1965, quizás el más icónico de todos.

Grandes nombres unidos a “Daytona”
Sir Malcolm Cambell
Como mencionamos anteriormente, ostentó los récords de velocidad con el “Bluebird V”, en el circuito de Daytona Beach. Su reloj, un Rolex Oyster.
Dan Gurney
Primer ganador de la Daytona Continental, en el Daytona International Speedway. Fué también ganador de las 24h de Le Mans, además de pilotar en Fórmula 1, NASCAR, IndyCar. Es además del “inventor” de la ducha de los campeones: en 1967 gana Le Mans y en la celebración le dan la botella de champagne para que beba. Como no bebe alcohol, decide duchar a todos los presentes para celebrarlo. Hoy es práctica habitual en todo podium de carreras que se precie. Su reloj, un Rolex Datejust.

Vic Elford (Quick Vic)

Piloto británico versátil y extremadamente competitivo: gana la Rolex 24 At Daytona en 1968, el Rally de Monte Carlo y queda segundo Sebring. Ganador de la famosa Targa Florio, triunfa en el “Infierno verde” con una victoria en los 1000 km de Nürburgring y clasificó cuarto en su primer Gran Premio de Fórmula 1, en Francia.
Recibió la condecoración “Caballero de la Orden Nacional del Mérito” tras pararse en las 24h de Le Mans de 1972, a ayudar a otro piloto accidentado. Su reloj, Cosmograph Daytona.
Hurley Haywood
Cinco victorias en Daytona, tres en las 24h de Le Mans y dos en las 12h de Sebring le avalan. Tiene en su haber la machada de conducir en 1977 durante 8 horas seguidas y ganar la carrera. Su reloj, Cosmograph Daytona.
Paul Newman
Actor y piloto (¿o era al revés?). Apasionado de la velocidad, se interesó sobremanera tras participar la película Winning o 500 Millas en España (1968). Pronto esa afición fué creciendo y participó, junto a Rolf Stommelen, en Las 24h de Le Mans de 1979 con un Porsche 935 Kremer y acabando 2º de su categoría. Durante más de 20 años participó en diferentes competiciones del SCCA Nationals, SCCA Trans Am, IMSA Pro races, y IMSA AAGT con el equipo Newman-Sharp Racing. También se convirtió en el piloto más longevo participando en la Rolex 24 At Daytona de 1995. Su reloj, Daytona Cosmograph también conocido como el “Paul Newman” y grabado por su mujer con la inscripción “DRIVE CAREFULLY ME”
Steve Mcqueen
Aunque el actor siempre ha estado asociado a otra gran marca , Heuer, con su reloj Mónaco a raíz de la película Le Mans (1971). Sin embargo, ese movimiento fue más de la casualidad y de la mercadotecnia: la película contó con el piloto Jon Siffer, líder del equipo Porsche, como asesor, y este era amigo de Jack Heuer, por lo que llevaba un parche de la marca en su mono y un cronógrafo redondo. El equipo de vestuario replicó el mono para Steve, parche incluido y Steve pasó a llevar el Mónaco (lanzado dos años antes con poco éxito). El resto ya es historia.
Pero lo cierto es que era un apasionado de Rolex, tanto delante y detrás de la pantalla. En concreto del Rolex Submariner (ref. 5512 - que le regaló a su doble, Loren Janes- y la ref. 5513).
Bonus track: Fernando Alonso
Es cierto que nuestro piloto más exitoso, no se ha prodigado con la marca de la corona (ha imagen de Viceroy y hoy en día lo es de Richard Mille). Pero el 2 veces Campeón del Mundo de F1, doble campeón de las 24h de Le Mans, Rolex 24 At Daytona y 12h de Sebring, muestra orgulloso el trofeo de sus gestas.

Espero que hayas disfrutado, !sibarita!
petrolbonvivant.