El inconfundible y eternamente bello Jaguar E-Type está de aniversario y desde Petrol Bon Vivant no queríamos dejar pasar la ocasión sin rendirle nuestro particular homenaje. Además, una vez desvelados los planes de electrificación total de la marca y sabiendo que los felinos nunca rugirán como antaño, nuestro motivo es doble.
Con la solemnidad que merece algo así y después de seis décadas de historia, con todos ustedes, el origen, la vida y el legado del gran gato inglés.
El nacimiento de una estrella
Como diríamos por aquí, "de casta le viene al galgo". Y es que el E-Type encuentra su razón de ser a partir del mítico D-Type, un coche concebido con la idea de vencer en Le Mans y donde acabaría conquistando la victoria en 1955, 1956 y 1957.
El futuro E-Type, llamado a ser sustituto del XK 120 de 1948, comenzaría a diseñarse a partir del prototipo E1A de 1957, una suerte de D-Type con más parabrisas. Utilizaba el mismo chasis tubular y monocasco trasero, pero ya introducía una elaborada suspensión independiente en el eje trasero. Sería achatarrado en 1959 después de muchos tests.
Jaguar D-Type y prototipo E1A.
Todo lo aprendido en el E1A sirvió para la siguiente iteración: el E2A. Creado como coche de carreras -competiría en Le Mans en 1960-, montaba el motor Jaguar XK adaptado a 3 litros para ajustarse a la normativa. A pesar de los malos resultados, la mera experiencia fue suficiente para redondear el desarrollo del nuevo deportivo de la marca.
El E2A, contrariamente a la política de la marca de la época, no fue destruido, sino que se vendió a una pareja de coleccionistas de Jaguar. En 2008 cambió de manos por 5 millones de dólares
Después de su periplo en las carreras, de adaptar el nuevo motor 3.8 (véase el abultamiento del capó) y de servir de mula para el XJ13 pintado de verde, el E2A volvería al esquema de color original y sin el"timón de cola" que servía para corregir la deriva.
El desarrollo final del coche se ultima con el prototipo 9600 HP, que sirvió también como coche de prensa y fue la unidad que se presentó al mundo en el Salón de Ginebra de 1961, conducida desde Conventry por Bob Berry, ejecutivo de la marca. El boom que supuso y su enorme éxito, materializado en infinitas peticiones para probar el coche, nos regalaron una de esas gestas del automóvil que conviene recordar.
Así despachaba con la prensa el fundador de Jaguar, Sir William Lyons, al lado de la famosa unidad 9600 HP del E-type.
Norman Dewis, la hazaña del gentleman driver
Si decíamos que el reclamo por el E-Type fue inesperado, es justo decir que en Jaguar supieron leer bien la situación. Conscientes del potencial que tenía triunfar en un evento así para las futuras ventas del modelo,el equipo de Jaguar desplazado en Suiza decidió llamar a Norman Dewis, su piloto de pruebas para un encargo muy especial.
¿Su misión? Que esa esa misma noche condujera de madrugada desde la factoría de Coventry hasta Ginebra. ¿El propósito? Llevar al Salón una segunda unidad del E-Type: el roadster British Racing Green “77 RW”.
Así, en una gesta, que ya forma parte de la historia y que para los que amamos el automóvil simboliza la pasión de épocas pasadas, Norman recorrió los más de 1.200 kilómetros hasta Ginebra en menos de 13 horas. Ahora imaginad por un momento ese viaje, con las carreteras de 1961, en un cabrio de la época y luchando contrarreloj contra la fatiga, en plena noche. Épico.
El Jaguar E-Type está indisolublemente unido a Norman Dewis, al igual que tantos otros modelos. Después de más de tres décadas probando y jugándose el pellejo en todo tipo de aparatos, de batir récords de velocidad y de competir en Le Mans, se merecía un rincón en este artículo. Pura filosofía Petrol Bon Vivant de la mano de este gentleman drive, Oficial del la Orden del Imperio Británico.
Tristemente, Norman Dewis falleció en 2019 pero aun podemos disfrutar con su aparición en Top Gear en 2016, pinchando aquí. Eterno.
1961-1975: las mieles
La vida comercial del E-Type dista mucho de los estándares actuales de ciclo de producto. Habiéndose producido un total de 79.817 unidades durante casi 15 años, su longevidad acentuó su leyenda y sirvió de sueño para varias generaciones.
En palabras de Enzo Ferrari, el E-Type era "el automóvil más bello jamás fabricado". Todo un piropazo viniendo de Il Commendatore.
Ofreciendo versiones cabrio y coupé, el E-Type triunfó a ambos lados del charco y fue añadiendo diferentes actualizaciones, en gran parte, para cumplir con las demandas de los clientes americanos (allí se llamó XK-E). Los primeros modelos (Series 1), contaban con el XK seis en línea de 3.8 litros y tres carburadores; 269 caballos y 384 Nm para llevarlo hasta la barrera de las 150 millas por hora (241 km/h), récord para un coche de producción en ese momento. A partir de 1964 ya contaban con el motor de 3.8 litros (solo aumentaba la entrega de par) y en 1966 se presentó una versión de batalla larga y 2+2 plazas.
Coupé, roadster y 2+2 del E-Type Series 1
Las primeras 631 unidades del E-Type, las conocidas como "flat floor" son las más cotizadas. Todas son RHD y tienen cierres para el capó y tapicería de cuero.
Los Series 2 (1971-1974) eliminaban las características tulipas de los faros (aunque las últimas unidades de la serie 1 ya lo hacían), colocaban intermitentes más grandes, añadían reposacabezas, cambiaban la distribución del interior y añadían una protección extra en el paragolpes trasero, todo por normativa de EEUU.
En el apartado mecánico, seguía montando el XK straight-six de 4.2 litros, pero descafeinado y privado de un carburador para la versión americana. Se servía también de la actualización de los frenos y de la caja manual de cuatro velocidades de la serie 1'5, que ya tenía sincronizadores para todas las marchas. La gama seguía con las tres variantes de carrocería.
En 1971, como fin de fiesta del E-Type, llegan los Series 3. Bajo el capó, un nuevo motor de 12 cilindros en V y 5.3 litros con 276 caballos y 412 Nm de par que lo hacían bajar de 7 segundos en el 0-100. En el exterior, se eliminaba la variante coupé de dos plazas, la parrilla adoptaba ligeros cambios, los pasos de rueda ganaban en anchura y la trasera se coronaba con cuatro salidas de escape y una insignia V12.
En 1975 cesa la producción del E-Type, dejando como sucesor al XJS y una sombra muy alargada.
El legado
La herencia que ha dejado el Jaguar E-Type y la influencia que ha tenido en el segmento de los deportivos es incuestionable. Ayudó a reforzar el estatus de Jaguar durante muchos años y su esencia no quiere morir, aunque disfrazada de F-Type en nuestros días.
Puede que el sonido y el olor de los motores de carburación, las siluetas poco amigables con los peatones o la ausencia total de ayudas a la conducción hayan dicho su último adiós, pero los amantes del E-Type han seguido encontrando maneras de revivir el mito. Primero fue Eagle y sus impecables restomods que se cotizan en varios cientos de miles de libras y luego la propia Jaguar reeditando las seis unidades que no se produjeron del Lightweight Continuation, o la reinterpretación eléctrica de las formas del pasado con el E-Type Zero.
Los restomods o la posibilidad de electrificación abren la posibilidad de convertir los clásicos en aves fénix que nunca mueran.
De izquierda a derecha y de arriba a abajo: E-Type Lightweight y Lightweight Continuation, E-Type Zero y Eagle Low Drag GT y Eagle Speedster.
Los últimos en sumarse a esta fiesta son seis unidades de los modelos conmemorativos del 60 aniversario, los coupé E-Type 60 Edition y roadster E-Type 60 Edition., pintados en el exclusivo Flat Out Grey y Drop Everything Green, respectivamente.
Solo seis elegidos pudieron adquirir estas doce unidades restauradas con motor 3.8 inspirados en los famosos “9600 HP” y “77 RW” del Salón de Ginebra del 1961. Cada unidad E-Type 60 está equipada con una exclusiva caja de cambios manual de cinco velocidades, sistema de infoentretenimiento, sistema de escape de acero inoxidable, arranque electrónico y refrigeración mejorada. Quién pudiera...
Hasta aquí nuestro particular repaso a la vida y obra del E-Type; la esencia y la deportividad británica en el formato mejor dibujado. Esperemos que te invada la nostalgia tanto como a nosotros.
Ante el futuro incierto, ¡larga vida a Jaguar!
¡Saludos sibarita!
Comments